La misma se realizaba durante los dias 17 al 25 del mes de Diciembre a las dos en punto de la tarde y consistía únicamente en repicar las campanas de la Iglesia a cargo del monaguillo. Primeramente repicaban los " esquiroles" , así denominadas a las campanas pequeñas y a continuación repicaban las grandes. Con el trascurso de los años, los jóvenes de Albelda fueron tomándole gustillo a esta tradición y por voluntad propia fueron los encargados de realizarla. En alguna ocasión llegaron a subir al campanario unos treinta mozos de edades comprendidas entre los 16 y 18 años que con ímpetu desmesurado las hacían sonar durante media hora aproximadamente, mientras en la plazoleta de la Iglesia otros muchachos observaban el espectáculo. Como anécdota hay que reseñar,, la hombría de estos mozos que incluso cuando más frío hacía y el suave manto blanco había hecho su aparicicón, verificaban el repique solamente con los pantalones puestos y el pecho sometido a los factores climatológicos aludidos. También era anecdótico en esos días un dicho popular que pronunciaban entre las gentes de la villa, en tono de guasa, nada más oir el repique y decía asi: "A la I y a la O, bendita la madre que te parió".
Esta costumbre, al parecer antiquísima, se le denominaba "A la I y a la O"
y desapareció por el año 1948 aproximadamente